En el transcurso de la segunda mitad del siglo XX se ha pasado de la sociedad industrial a la sociedad de la información gracias al impacto combinado de la informática, la televisión y los medios de telecomunicación. La información desbordante que ofrecen estos medios es tal que se ha convertido casi en una maraña que hace realmente difícil poder acceder a la realidad, a lo que pueda ser verdad, y todo se convierte en sobreabundante información efímera que perece casi en el mismo instante de nacer.
Pasar de esta sociedad de la información a una sociedad del conocimiento, donde sepamos seleccionar lo prescindible de lo imprescindible, donde tengan los mecanismos suficientes para conectar y relacionar la información relevante es quizá hoy día el desafío más importante que está suponiendo la nueva sociedad de la información y la comunicación. Pues, de lo contrario, la información cumplirá el papel de desinformación permanente, de laberinto ocultador de la realidad.
El cambio de paradigma
La implantación en la sociedad de la tecnología informática está produciendo cambios no sólo en el terreno de la información y comunicación, sino también cambios en la estructura social, económica, laboral, ideológica, jurídica, política y vital. Están cambiando la manera en que trabajamos, disfrutamos de nuestros momentos de ocio, convivimos o nos relacionamos socialmente.
El ordenador supone e impone una transformación sin precedentes en todos los ámbitos de la actividad humana. El ordenador influye poderosamente en las maneras de producir y de hacer; condiciona nuestra forma de pensar, puesto que su estructura reproduce las categorías lógicas y mentales de la persona; trasforma a muchos niveles nuestra relación con el medio y con los demás generando nuevas y diferentes condiciones de relación. Se ha pasado así de la sociedad industrial, basada en la producción y distribución de bienes, a una sociedad postindustrial, basada en el conocimiento y la información.
Los ordenadores y las comunicaciones han acelerado la llegada de las realidades de la Aldea Global vaticinadas por Marshall McLuhan:
- El acceso instantáneo a los lugares más remotos de la Tierra
- El incremento de la interdependencia política y económica
- La lenta homogeneización de las culturas debido a la exposición multicultural global
- Un mercado de trabajo global
- La erosión de las barreras entre las personas y los países.
El nuevo paradigma tecnológico se caracteriza, según Castells (1995), por dos rasgos fundamentales:
Primero, que las nuevas tecnologías centrales están concentradas en el procesamiento de la información; tanto la información como la tecnología han sido elementos cruciales en todas las revoluciones tecnológicas, pero en el actual proceso de cambio tecnológico, la información constituye tanto la materia prima como el producto.
Y la segunda característica, alude a que los principales efectos de sus innovaciones recaen sobre los procesos más que sobre los productos. Así las nuevas tecnologías de la información están cambiando el modo en que producimos, consumimos, administramos, nos relacionamos, vivimos y morimos. No por sí mismas, desde luego, pero sí como poderosas mediadoras de un conjunto más amplio de factores que determinan el comportamiento humano y la organización social, incluido el mundo de la educación.
Y la segunda característica, alude a que los principales efectos de sus innovaciones recaen sobre los procesos más que sobre los productos. Así las nuevas tecnologías de la información están cambiando el modo en que producimos, consumimos, administramos, nos relacionamos, vivimos y morimos. No por sí mismas, desde luego, pero sí como poderosas mediadoras de un conjunto más amplio de factores que determinan el comportamiento humano y la organización social, incluido el mundo de la educación.
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